“No hay mal que dure 100 años ni cuerpo que lo resista

Si aplicamos este concepto a la realidad y observamos cualquier fenómeno nos daremos cuenta de esta verdad absoluta. La existencia de todos los fenómenos, sociales, económicos, políticos, y espirituales transcurren por diversas etapas, condicionadas por el crecimiento, estabilidad y destrucción. No hay que ser un gran observador, basta con el uso de un mínimo de sentido común, para darse cuenta. En muchas ocasiones ante una situación nos preguntamos cómo es posible que no la hayamos notado antes, algo lógico y factible en nuestra cotidianidad, la respuesta es que aunque en cada fenómeno, desde su surgimiento, existen los elementos de su desaparición, estos solo se manifestaran, de forma apreciable, durante el transcurso de su existencia. Los mismos seres humanos nos damos cuente que hemos envejecido solo cuando es tan evidente que seria imposible ignorarlo. Siempre he sentido, `por diferentes motivos, una gran admiración por las mujeres, tenia yo 50 cumplidos cuando tome conciencia de que si bien yo les manifestaba mi admiración, las respuestas habían cambiado y no era muy aceptado por alguna mujeres mas jóvenes que yo, por lo que decidí que mi preferencia por las amistades femeninas debía cambiar por mujeres mayores que la que me atraían hasta ese momento, lo que por supuesto no me fue fácil de aceptar. Precisamente hace algun tiempo vi en el Internet algo que me ha dejado perplejo y sin comprensión alguna de lo que estaba viendo. Ese algo, no tengo otra forma de llamarlo, fue ver a Nicolás Maduro, el falso presidente venezolano ,

acariciando y besando una barra de oro
como pudiera haberlo hecho cualquier demente o el sacerdote de una cultura antigua. Mi impresión fue que se había vuelto loco o que estaba bajo los efectos de alguna droga estupefaciente. Yo sabía, sl igual que todos los que hemos seguido su trayectoria, de su incultura, de su desconocimiento de las reglas gramaticales, en fin de multitud de deficiencias en su formación, pero nunca pensé llegara a ese extremo de alienación. Es cierto que bajos los efectos de las drogas o del alcohol, cualquiera hace cualquier tontería, pero en esta ocasión no se trata de cualquiera, sino de un hombre con poderes crecientes, capaz de cometer barbaridades peligrosas y sumir al mundo un una nueva guerra regional, que nadie puede predecir su alcance, con la aparición de nuevas potencias que lo apoyan, con la finalidad de lograr “su parte de león” en lo que pueda suceder en un futuro en un país que posee grandes riquezas, de todo tipo, que su gobierno ha sumido en la pobreza extrema, mientras sostiene la economía de otro país, Cuba, que se encuentra en total decadencia y proceso de desaparición como sistema político fracasado. Ahora bien, la pregunta mayor no es porque lo hace, sino como semejante individuo ha podido adquirir esos poderes que lo hacen tan peligros para todos e incluso para sus mismas ambiciones. Pueden haber cientos de miles de respuestas, pero lo único cierto es que son los propios dirigentes, y por añadidura el pueblo venezolano, quienes lo han designado y mantenido en esa posición. No se trata de un propósito de los mejor de la sociedad venezolana que ahora busca refugio donde puede, incluyendo los EE.UU de América, sobre todo la gente pudiente y profesional, que cuenta con los medios para hacerlo y ahora están creando un modo de vida confortable en ese país, tal y como lo hicieron la clases pudientes y profesionales cubanos, quienes lograron convertir un balneario del sur de la Florida en una de las ciudades más desarrolladas y de las Américas.Sin embargo el gran error es de todos nosotros, venezolanos y cubanos que seguimos hablando de esos incompetentes como líderes de algo que realmente no existe y si existió, hace mucho tiempo que dejo de ser lo que era inicialmente. Los lideres fundamentales de los sistemas de Cuba y Venezuela ya desaparecieron por causas naturales, los que han quedado, disfrutando de la obra de aquellos líderes carismáticos, no llegan ni a los talones de ellos, ni siquiera en la maldad y mucho menos en crear algo favorable para sus pueblos. Y seguimos enfrentándonos a ellos como si realmente representaran algo importante, lo que en realidad ya no son. En el mundo actual la publicidad es fundamental para que algo exista, o por lo menos se haga notar. Precisamente hace algunos días que gobierno venezolano no se hace sentir y las protestas del pueblo, conducido por Juan Guaido, el verdadero Presidente de Venezuela que no se hace sentir. He ahí lo que en mi opinión justifica el espectáculo grotesco de Nicolás Maduro para que hablen, lo mismo que está sucediendo en Cuba donde un anciano general pretende abastecer con proteínas, a la población, anunciando la creación de fuentes de alimentación increíbles y además irrealizables, trayendo de regreso a la palestra publica de uno de sus dirigentes tradicionales, para anunciar las viejas dificultades que se volverán a presentar en el futuro inmediato. Los cubanos, entre ellos yo, nos pasamos la vida comentando y criticando lo que hace el gobierno cubano, bajo la dirección de un nuevo presidente, que trata darse aires de demócrata, cuando en realidad no tiene poderes para serlo. Sin mucho más que decir, el sistema cubano también está en pura decadencia, sin recursos y cada vez, y dando palos de ciego para mantenerse vigente. Si tomamos conciencia de todo esto la mejor solución será ignorarlos y solo mencionarlos para denunciar los abusos y hechos injustificados de algunos miembros de las autoridades cubanas. Usemos nuestro sentido común para comprender que nuestros enemigos son un reducido grupo de poderosos dirigentes históricos, envejecidos, en vías de desaparición definitiva, por causas naturales y sin la gloria de morir en combate, tratando de resolver los problemas y mantenerse en el poder, Como todo animal, pueden ser más peligrosos cuando perciben el peligro de su desaparición, que todo lo que han sido antes. No creo necesario un enfrentamiento armado, bastaría solo con una huelga general, que paralice todas las actividades y veremos como ellos solos abandonan lo que les queda de poder y se van a vivir en sus mansiones europeas y disfrutar de sus riquezas como han hecho otros políticos y dictadores. Estoy seguro, que lo mas que ellos desearían es que alguien los invada para formar el gran escándalo, como ha hecho el gobierno cubano periódicamente, durante sesenta años. Decíroslos solos, como al hombre del cuento y su pene, y veremos cómo se caen solitos, que el proceso final de su decadencia y desaparición será inevitable. Si no me creen les sugiero vuelvan a leer los principios del Kybalion, del creador del Hermetismo, y comprenderán porque escribo esto.