La Cultura Castrista
La Cultura Castrista
- Hoy entre a la programación de Neflik con el propósito de ver una película, mientras me preparaba para realizar algunas gestiones en la farmacia del barrio, gestion casi habitual debido a los achaques de la vejez, surgidos durante mi largo exilio de más de treinta abriles. Entre los títulos ofrecido por Neflix encontré el film titulado Grasser, protagonizado por John Travolta y Olivia Newton John, una comedia basada en la vida de los adolescentes norteamericanos de la época y sus relaciones amorosas y sexuales, sin exageraciones, drogas ni vulgaridades, que sugerían un ambiente de liberal felicidad y complicidad juvenil, sobre todo un ambiente que hoy podríamos calificar de ingenuo. He pasado hora y media y me he sentido contento y divertido por el film y su trama ligera y fácilmente comprensible. Nada de violencia ni exaltaciones patrióticas. Solo una comedia ligera, divertida y sobre simpática del modo de vida estadounidense, lo cual me satisfizo, pero desgraciadamente me hizo pensar en los abusos y controles a que hemos sido sometidos los cubanos durante más de seis décadas, por un grupo de terroristas, analfabetos, extremistas, sin educación, que nos hicieron perder los mejores años de nuestra juventud y muchos de nuestros valores culturales. Durante ese tiempo, que todavía no ha llegado al final, perdimos alguna de nuestros valores musicales, muy apreciados por la juventud, como los bailes de Casino, el Son cubano, convertido en Salsa por los ladrones del talento, siempre dispuestos a apoderarse de lo que no es suyo. y por último el guaguancó cubano devenido una copia de la música urbana norteamericana, plena de vulgaridad y falta de de nivel cultural, donde cualquier gritón, mal educado, sin ninguna preparación musical se convierte en estrella. En la Television nos asfixiaron con novelas romanticonas, haciendo hincapié en la pobreza extrema, de la sociedad capitalista, con aventuras patrióticas plenas de mentiras mal intencionadas y enfoque anticolonialistas contra nuestros abuelos hispanos y la exaltación del esclavo negro, como víctima, que deformaron la realidad pasada y presente, a conveniencia de los llamados dirigentes revolucionarios. Los muñequitos rusos sustituyeron la comics de factura norteamericana. Las películas con temas de la Segunda Guerra Mundial y la posguerra en Europa inundaron las pantallas, con mensajes deformados por los intereses soviéticos, para hacernos vivir su historia y su lucha antifascistas, toda moldeados a su conveniencia estalinista, marxista sin mencionar los asesinatos de los oficiales del ejercito polaco, en Treblinka, cometidos por las tropas rusas en Polonia, y además películas realizadas con una enorme falta de calidad, que ningún ruso se creía ni respetaba. Los cubanos pro-soviéticos, la mayoría antiguos militantes del Partido Socialista Popular y la Juventud Socialista, nos llenaron de propaganda soviética, por todas la vías para convencernos de las bondades del sistema, sin mostrar los abuso y las violaciones de los derechos humanos de la población, sometida por la dirección soviética estalinista, contra loas ciudadanos rusos civiles y sus deportaciones injustificadas a la Siberia donde morían abandonados por el poder soviético, haciendo proliferar las películas y los programas con temáticas de la represión política, dentro de Cuba, para meter miedo a la población, con la pretendida invencibilidad de los represores y el gran desarrollo de los Organismos de la Seguridad del Estado, muchos preparados por KGV rusa, y la Stacie alemana, sin mostrar que su base era la violación de la vida privada y las delaciones, reales o ficticia de sus colaboradores, muchas veces reclutados por miedo al castigo, no por adhesión voluntaria. El Ejercito Castrista, dirigidos por antiguos delincuentes profesionales, con grados militares, fueron los grandes represores de las ciudades, con la colaboración de milicianos y cederistas, reclutados por miedo a la represión si no cooperaban con la Policía. Mientras la delincuencia, protegida por sus antiguos cómplices (ellos mismos), crecía diariamente. Los policías y oficiales de la seguridad cubana eran tan delincuentes como los propios delincuentes como se descubrió posteriormente para defender los intereses de la cúpula dirigente. La programación radial, dirigida a los adolescentes, como las aventuras de Los Tres Villalobos, Tarzan y otras, desaparecieron para dar lugar a engendros, mal escritos debido a su falta de estructura y coherencia y peor interpretados por artistas ajenos a sus temáticas y motivación para realizarlos. El llamado Cine Cubano, fue cundido por las llamadas películas negras, tomando como tema la esclavitud y los problemas sociales de la mujer, salvados por la calidad de los artistas, mientras otros temas eran olvidados olímpicamente. Quizás una sola película “La Bella del Alhambra", dirigida por Enrique Pineda y " Fresa y Chocolate" con la temática de la homosexualidad, tradicionalmente reprimida y recluida en campos de concentración como las UMAP, fueron realizadas con cierta calidad y dignidad, pero fuera de ellas solo se puede hablar del Noticiero Nacional, realizado por Santiago Alvarez un antiguo profesional de La TV. En la interpretación musical, nos han maltratado culturalmente, utilizando los famosos trovadores, algunos de gran calidad artística, con trovas realizadas por encargo, con aires de disidencia. La persecución se extendió al ambiente internacional cuando la cantante Mirtha Medina y Raul Gomez fueron reprimidos porque un extremista funcionario del gobierno cubano que los acuso de interpretar la Guantanamera con acento extranjero en los escenarios fuera de Cuba. Nos impusieron el ritmo Mozambique de Pello El Afrokan , con la participación directa de Fidel Castro, la peor creación de la música cubana, solo salvada por la música de los "Van Van", con nombre heredado de una fracasada campana azucarera, gracias a la interpretación de Pablo Calvo y la dirección del fallecido Juan Formel. En la radio hubo un programa que trato de recuperar lo perdido “Nocturno”, un triunfo mediático, gracias a la narración de Gonzalez Ramos” Tatica” un gran valor de la radio y el difunto Pastor Felipe, pero al final perdió su actualidad y se convirtió en un repetidor de una programación cualquiera. Nuestra cultura sufrió persecuciones a través de sus intérpretes, muchos de los cuales fueron desprestigiados, desempleados o lanzados en la prisiones sin justificación. Hasta personajes populares que hacian sus propios espectáculos como el Hombre Rana fueron perseguidos entre ellos "Juan Charraqueado" que fue montado en un barcos y enviados a La Florida en 1980. Había un programa con música campesina, con cierta dignidad "Palmas y Cañas" que dirigía y animaban Ramon Veloz y Coralia Fernandez, hasta que a alguien se le ocurrió la brillante idea de ponerlo al servicio de la ANAP y la propaganda dirigida a los campesinos, en el afán de integrarlos activamente al trabajo político de la revolución, lo que no podían lograr debido al maltrato que recibían de las autoridades que no los ayudaban con los medios para desarrollar su trabajo. Afortunadamente, a pesar de lo que significa como represión, los mismos dirigentes han comprendido que todo puede cambiar y devenir lo contrario, y tuvieron que dictar la Ley 349, porque los famosos regatoneros comenzaron a improvisar contra los males de la represión castrista. Esperemos que pronto la noche quede atrás y la cultura cubana recobre sus valores sin los Gallos de Mariano Rodriguez y otras falsos valores que exalto la cumbre de los dirigentes analfabetos y borrachines de la mafia fidelista. No quiero dejar de mencionar algunos programas, que a pesar de las limitaciones impuestas por la Dirección de Televisión, en algunos momentos hicieron programas con calidad, y con cierto éxito, como “Para Bailar”, "Recital", realizado con la participación algunas figuras destacadas, por directores de gran calidad artística como Manolo Rifat y Pedraza Ginoris, que tampoco olvide a los intérpretes, tanto de la Radio como de la Televisión que han sido víctimas de los métodos personales, ejercidos dentro de los Organismo de la Cultura por algunos funcionarios, como un jefe de talento artístico quien los anatemizaba, fiscalizando sus vidas personales, con la colaboración de personajes de la farándula televisiva, muy conocidos públicamente por su extremismo oportunista, ya fallecidos, que me resisto a mencionar para no darle más publicidad que la que lograron obtener con su vida artística.
Lic Roman Rodriguez. roman16490@gmail.com
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