Presidio Modelo de Isla de Pinos. Palacio de los abusos del Gobierno deCuba.
Desde hace algunas semanas no he podido dedicar mas tiempo a mi blog . "www.notasintimas.com, donde publico algunas de mis opiniones, y trato de reflejar algunos de mis pensamientos, avalado con informaciones actualizadas, tratando de no ofender a nadie, pero hoy, sin buscarlo he leido un articulo que me ha llenado de vergüenza y enojo.sobre el Presidio Modelo y me ha hecho pensar que si mi padre viera lo que ha pasado en ese lugar, moriría de la cólera por esos hechos, que hablan tan mal de la condición humana de alguna gente y me enojaron tanto y me hicieron sentir vergüenza por no haber hecho nada en contra eso, creyendo que con estudiar podría ayudar a que otros fueran felices (soy psicologo) nuestro país fuera más agradable para todos con una televisión con programas de calidad.
La historia comienza cuando mi difunta madre vivía en Isla de Pinos donde vivia su familia paterna después que dos sus tías, fueron secuestradas por los esclavos y su abuelo materno fue asesinado por cubanos voluntarios al servicio de España, conoció a mi padre un electricista, miembro del ejército cubano, enviado a trabajar a la isla como castigo, donde se licenció del ejército y pasó a la Policía Municipal que cuidaban la Isla de Pinos donde vivían cubanos, ingleses, norteamericanos, japoneses y caimaneros, llegado de Gran Caimán. Mi difunta madre había cumplido 15 años, cuando conoció a mi padre que tenía 26 años y decidieron casarse. En nuestra adolescencia mi padre nos contaba anécdotas de su vida en la isla y de los abusos contra los presos por los policías y los abuso de un tal Capitan Americo contra los policías que se negaban a maltratar a los presos, entre ellos mi padre, que no se dejo abusar, porqu era electricista y si lo botaban no le sería difícil conseguir trabajo, por lo que fue trasladado al pueblo de Remedios y de allí a Sancti Spíritus donde fue cesanteado. Cuando contaba estas historias se indignaba con los abusos del Presidio Modelo, donde por oponerse a los abusos había terminado su carrera de militar . Cuando nos contaba esas historias, uno de mis hermanos decía que era cosa de viejos, donde siempre él era el bueno y el héroe de la historia. Por eso siempre quise leer sobre las condiciones reales de la vida de los prisioneros en aquella prisión, y encontré el libro de Carlos Montenegro "Hombres Sin Mujer" que daba una cierta imagen de la vida de los prisioneros y la historia de un hombre René Hidalgo, una historia con muchas interrogantes y como se había rehabilitado. Cuando lei un articulo del Miami Herald, sobre el Presidio Modelo, me indigne tanto como mi padre pensé que si mi padre resucitaba moriría de cólera al ver lo que ha sucedido desde que los falsos, revolucionarios, que se hacen llamar comunistas tomaron el poder en Cuba, en 1959. Y lo comente y resumi y lo vuelvo a publicar, No me importan los derechos de autor, lo público y les doy las gracias por la información.
El 1 de febrero de
1926 el presidente de Cuba, Gerardo Machado, colocó la primera piedra, de lo que lo que sería el
Presidio Modelo de Isla de Pinos. que fue inaugurado el 16 de septiembre de 1931, Se construyeron cinco edificios, cuatro para alojar a los presos y uno que serviría como comedor. Cada edificio tenía cinco pisos y en cada uno de ellos 93 celdas. En su centro
se levantaba una torre garita desde la cual un guardia armado vigilaba todos
los pisos y a la cual accedía desde los sótanos que existen debajo de cada
circular. Todas, semejando un gran campo de concentración, dentro de
una doble cerca de alambres. A
partir de la inauguración, llegaron de miles de convictos de otras prisiones, el
Presidio Modelo se convirtió en la gran cárcel de Cuba. Los que cumplieron sus sentencias y lograron salir de allí contaban horrorosas historias como la gran corrupción de los custodios, aunque eran tan corruptos como ellos, los actos violentos entre los presos de sodomía, violaciones y asesinatos.
El Presidio Modelo siempre albergó delincuentes comunes, con la excepción de algunos prisioneros
políticos que fueron recluidos allí, como Pablo de la Torriente Brau en 1933 y
Fidel Castro en 1953, quien debía cumplir una condena de 15 años por su
participación en el ataque al Cuartel Moncada y de la cual sólo purgó un año y
siete meses en condiciones óptimas. leyendo y cocinando sabrosos espaguetis, con todos condimentos en la enfermería de la prisión, hasta que el presidente Fulgencio Batista su coterráneo y buen amigo y compadre de su padre lo indultó en 1955.
En 1959 que el Presidio Modelo se convirtió en una instalación penitenciaria
sólo para presos políticos, opositores al régimen fidelista. Pero no por eso el horror cesó, se incrementó, por órdenes del gobierno seudo comunista de Fidel Castro. Los primeros recluidos allí fueron los
militares del gobierno de Fulgencio Batista que habían sido sancionados por los
tribunales revolucionarios. Después enviados allí quienes comenzaban a
oponerse a la penetracion comunista de la revolución, estudiantes, periodistas, empresarios,
artistas, obreros y campesinos, los verdaderos revolucionarios que habían derrotado al gobierno de Batista. Los cuales fueron sometidos al trabajo forzado como en tiempos de la colonia, incluso en condiciones peores.
Los prisioneros debían
soportar severas condiciones de trabajo, golpizas brutales y asesinatos. “Raro
era el día que los camiones no regresan al anochecer con decenas de heridos,
muchos de gravedad, y alguna que otra vez, un muerto”, escribió Díaz Rodríguez un escritor cubano que sufrió personalmente aquellos abusos.
“Durante el Plan de Trabajo los custodios
llegaban con sus machetes hasta donde trabajábamos, golpeando e hiriendo a
diestra y siniestra". La lista de abusos y malos tratos que se cometieron es interminable. Los
periodistas Alfredo Izaguirre Rivas y Emilio Adolfo Rivero Caro se negaron a
aceptar el plan de trabajo forzado y fueron golpeados hasta perder el
conocimiento y después encerrados en la celdas de castigo. En otra ocasión
obligaron a un grupo de prisioneros a saltar a una zanja llena de los excrementos
de todo el penal con el pretexto de sacar del fondo la basura y los
desperdicios que supuestamente tupían el lecho del canal. En el libro El
presidio político en Cuba comunista, Reinol González, Coordinador Nacional del
Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), y quien pasó quince años preso,
ofreció este testimonio: “Fue un hecho sin precedentes en Isla de Pinos. De un
ensañamiento increíble. Ese día yo me encontraba enfermo y el médico había
ordenado que me incluyeran en la lista de los rebajados, pero el jefe del
operativo, el teniente Juan Rivero, no creyendo en mi enfermedad me unió al
grupo. Al llegar a la orilla de la zanja los guardias nos empujaron
obligándonos a entrar en ella. Algunas partes de la zanja eran muy estrechas y
los guardias podían alcanzarnos con sus bayonetas, cosa que hacían cuando veían
que un preso no sacaba nada del fondo”. “Cada mañana, poco antes del alba, los condenados eran llamados a formar en sus respectivas brigadas de trabajo. A partir de ese momento ya nadie podía tener seguridad de que regresaría con vida, ya de noche, al concluir la agotadora jornada”.
Un poco
después de la invasión de Bahía de Cochinos, quizás en previsión de una futura
acción similar, las autoridades penitenciarias comenzaron a perforar en los
túneles existentes debajo de las circulares para instalar TNT en todas ellas.
En el mismo libro El presidio político en Cuba comunista, otro de los que
estuvo allí preso, identificado solo como HH, explica en qué consiste ese
monstruoso plan: “El explosivo era de manufactura soviética empacado en unas
cajas que quedaron perfectamente identificadas por nosotros. Cada una
contendría 60 kilogramos de TNT, y por la cantidad de cajas instaladas, la
carga total fue de alrededor de 6,500 libras”. Es decir, una especie de
solución final: hacer volar por los aires a los casi siete mil prisioneros que
había en ese momento en el Presidio Modelo. Pero los presos no permanecieron
pasivos y enseguida comenzaron a urdir planes para desactivar las cargas:
“Conversamos con tres agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que
estaban presos con nosotros en la circular número cuatro. Se llamaban Eustace
Danbrook, Daniel Caswell y Edmund Taransky, o al menos con esos nombres los
conocimos. Caswell era un experto en construcciones subterráneas, y era el que
había hecho el túnel que cruzaba de Berlín Este a Berlín Oeste. Los tres habían
sido sorprendidos tratando de instalar equipos de espionaje en las oficinas de
la agencia china de noticias Sinjuá en el Hotel Habana Hilton en 1960”. La
ayuda de los tres agentes fue crucial para que los miembros de un centro de
análisis y coordinación que había sido creado por los presos pudiesen planear
la desactivación de las cargas en las circulares. “Primero, pudimos lograr muestras
de los explosivos porque una de las perforaciones atravesó el muro interno del
túnel y pudimos retirar un buen pedazo que sirvió para convencer a los
incrédulos de que aquello era realmente TNT”, terminó diciendo el recluso HH. Durante
años los presos políticos cubanos debieron vivir bajo el horror de aquella
amenaza. Hasta el mes de marzo de 1967 en que el Presidio Modelo fue cerrado
definitivamente y todos los presos fueron llevados a otras instalaciones del
país: 1500 fueron trasladados a la Fortaleza de la Cabaña, en La Habana. Otros
700 fueron enviados a las prisiones El Mijial y Boniato, en Oriente. Y el resto
fue dividido en dos grupos: uno fue a parar a la prisión de Remedios, en la
provincia de Las Villas y el otro a la de Pinar del Río. Sin embargo, el cierre del
Presidio Modelo de Isla de Pinos no significó el fin del calvario de los
prisioneros cubanos; fue peor en otras cárceles. La disolución del Presidio
Modelo yo la veo políticamente clara. El gobierno debió haber evaluado el
precio político del trabajo forzado y la importancia de la enorme concentración
que llegó a tener ese penal y decidió dispersar los reclusos. La terminación del trabajo
forzado no significó una etapa de recuperación para los presos, al contrario,
fue una etapa psicológicamente muy dura que el Ministerio del Interior trató de
aprovechar para quebrar colectiva e individualmente al presidio político. Y en
ese clima se desarrolló la tripolación de la ropa: amarilla por un lado, azul
por el otro, y el calzoncillo. Y todo con mucha violencia, para mantener la
política de ablandamiento, uno de sus principales objetivos”. Con la
desaparición del Presidio Modelo de Isla de Pinos, se abrieron otras cárceles a
lo largo de toda la isla El
horror continuaba en otras latitudes.
Hoy, cincuenta años después, todo lo que
queda son las ruinas de los edificios de las circulares.
Y los dolorosos
recuerdos de las decenas de miles de prisioneros que pasaron por allí.
Para que sirvio el secuestro de mis tías abuelas por los esclavos, convirtieron en sus mujeres?
Para qué murió mi bisabuelo asesinado por los cubanos al servicio de España?
Para que el Padre Arocha, familia de mi abuelo paterno, se arriesgo en llevar a Artemisa los planes de invasión al occidente de la isla de Cuba del Mayor General Antonio Maceo?
Para que sacrificó su vida y cambió su apellido del padre de mi abuela paterna José Linares, de Quivican, para colectar el dinero enviado a José Martí que no quiso aceptar, pero que nunca le devolvieron? Como si ya se gestaran las semillas del mal, que lograron que el hijo de un soldado de la colonia se dominará la isla de Cuba para su provecho.
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