“Todo lo que existe ha sido creado para realizar alguna función que justifique su existencia”
“Todo lo que existe ha sido creado para realizar alguna función que justifique su existencia”
Es un
pensamiento constante, en mi forma de
observar lo que me rodea y a mí mismo. Quizás porque no soy el más creyente de
los creyentes. Ayer, anoche, he dormido muy poco y sin embargo son las 06:00 de la
mañana y me tenido que levantar, sin poderlo evitar, para escribir estas líneas.
Todos
hemos aprendido que Dios, en sólo seis
días creó el universo y creó a los hombres
a su imagen y semejanza. Dios que hemos aprendido a considerar un ser perfecto,
un día comprendió que en su obra también había errores, y no dudo en enviar un
diluvio para destruir todo lo que había creado, principalmente al hombre, inmerso en todo tipo de vicios y
corrupción. Y eligió a Noé, un hombre de buen comportamiento para que salvara
algunos de los seres que había creado, para comenzar de nuevo a poblar el mundo
creado por él, y prometió que jamás destruiría su obra.
Desde un
principio Dios, consciente de los
errores que había cometido en su creación, entre ellos con el hombre, su hijo, creado
a su imagen y semejanza y decidió, como prueba tangible de que eras sus hijos, darle la tarea de corregir los errores de su
creación.
Y fue
entonces que envió hombres que fueron llamados Profetas, para que guiaran las reformas de los errores de su creación. Los hombres elegidos, para reformar el camino torcido de
sus hermanos fueron, entre ellos, Moisés, el primero entre todos, dicen que nacido de un pecado de la hija del Faraón,
Abraham que con inmensa sabiduría, en su momento, los guio, Jesús de Nazaret que
trato de reformar, mediante el amor, la obra de Moisés y fue asesinado sin poder culminar
su obra y 630 años después Mahoma, que Dios guarde, como una nueva visión de los
hechos.
Y mando
también hombres sabios como Salomón, Rey de Reyes, Al Príncipe Gautama Buda que
abandonó su bienestar material para guiar a los hombres y otros, de todas las especies colores,
sin discriminar a nadie, para continuar su obra. Pero los hombres, en lugar de guiarse por las palabras de sus Maestros, abusaron y asesinaron a otros hombres en nombre de padre que los creo.
Cada día
surgen quienes asesinan a sus propios hijos, que no respetan y abandonan a sus
padres, que les dieron la vida, mientras
disipan sus vidas en placeres mundanos y van practicando los pecados de Sodoma
y Gomorra, aprovechando la promesa de Dios
de no volver a destruirlos, mientras se
destruyen entre ellos por “defender” más bien imponer, su propia versión de las
palabras de Dios, cuando en realidad se
trata de apropiarse de todo lo creado para
su beneficio personal.
La usura, las perversiones de todo tipo se
justifican como hechos naturales, intoxican a sus propios hijos con drogas que les roban su voluntad, y crean
guerras con el doble propósito de despojar a los demás y eliminar físicamente a otros seres humanos porque piensan que un día la tierra
perderá su riqueza y no podrá mantener a todos sus habitantes, porque día a día
la destruyen y la convierten en desiertos, sin agua y sin frutos. Hasta que
solamente quedara la semilla que
existe, como en cualquier fruta, en lo más profundo de su masa. Pero se
equivocan, porque Dios seleccionara y protegerá
al último hombre y la última mujer, como hizo con Noé y su familia, para sembrar la semilla, humedecerla cada día,
para que la humanidad vuelva a crecer de las cenizas de su destrucción.
Ojala
no sea demasiado tarde podamos seguir
disfrutando de la creación del Padre, respetando las creencias de cada ser humano y sin emplear las fuerza para
someterlos, como en la antigua Roma, que al final perdió la batalla.
No será
necesario erradicar los Cesares, los burgueses ni Dios para hacer nuestra propia redención, bastara con
ser honestos con nosotros mismos y permitir que todos participemos en la construcción
de un mundo nuevo, pacifico para todos y
el bienestar de todos.
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