Mitos y Realidades

Bastet Diosa de la fertilidad egipcia..



Los Mitos
Durante los últimos meses se ha hablado sobre el fin del mundo que debía ocurrir el 21 diciembre 2012, según predicciones de los sacerdotes de cultura de origen Maya. 
Se demostró finalmente que  parece ser una interpretación  descabellada de la escritura indo americana, quién sabe si producto de intereses mezquinos de personas interesadas en crear inquietudes de la supervivencia del ser humano o un simple error de interpretación de aquel texto. 
Un llamado Pastor Evangelista hace cierto tiempo antes  desarrolló una enorme campaña publicitaria anunciando lo mismo, después de colectar millones de dólares para pagarla.
El distinguido reverendo, hombre bastante mayor, fracasada su predicción,  fue a parar a una institución de salud mental, no sin antes crear grandes manifestaciones de inseguridad entre los habitantes de la parte occidental de nuestro planeta. 
En esta ocasión  las consecuencias han sido más extendidas. La la prensa informó que en China habían arrestado a más de 100 personas por dedicarse a propagar estos rumores catastróficos, relacionados con esta profecía. 
Imagínense qué hubiera pasado si hubiese sucedido lo mismo cuando Noel fue instruido por la Divina Presencia para construir su barca y salvar la presencia humanas sobre el planeta. Posiblemente hoy no existiría a nadie en la superficie de nuestro planeta, Noel y su familia hubieran sido recluidos en cárceles sin que pudiera hacer nada para salvar la especie  humana y los animales que habitan el planeta.
No me preocupo en absoluto, las posibles consecuencias de  esta predicción. Nunca he creído en estas predicciones ni en ninguna del mismo tipo, las  considero como  uno de los tantos mitos que surgen al amparo de interpretaciones en las que no creía ni siquiera mi  bisabuelo  paterno, un indígena de origen Maya.
Somos pocos los cubanos que podemos contar en nuestras raíces ancestrales con la presencia de esta génesis. La casi la totalidad de los indígenas de la isla de Cuba  fueron exterminados  durante la conquista y el régimen colonial establecido por los hispanos. Muchos indígenas  acudieron al suicidio colectivo para escapar a los abusos de que fueron víctimas.
Con esta nota rindo  homenaje a aquellos ancestros indígenas de la población  americana del Norte y el Sur de la Americas. 
Hablar de mitos nos conduce, queramos o no, al análisis de las  raíces del surgimiento de las religiones, básicamente, que han dado origen a la presencia de mitos en las creencias de los diferentes seres  humanos. Sin embargo la negación o afirmación de la existencia de un Dios o de varios dioses, tal como aparecen en las diferentes religiones más primitivas, no es el tema de esta nota.
La mayoría de las religiones surgen de relatos que han sido aceptados como verdaderos, sin ningún tipo de verificación y basados en la fe del creyente en la veracidad de las afirmaciones y  los libros donde aparecen. 
Isis madre de Horus, .esposa de Osiris.
 La triada de la  Mitologia de la Religion Egipcia,
 Muy similar a la a triada de la Religion Cristina.
En ocasiones cuando revisamos las diferentes literaturas sobre las diferentes creencias, encontramos que algunas nos parecen absurdas como el hecho de rendir culto a un órgano del cuerpo humano, como el órgano sexual masculino. Si analizamos este hecho podemos apreciar que tanto el falo como la vagina son creadores de la vida y de nuevos seres, lo cual les concede un privilegio fundamental en la organización del cuerpo humano.  Si  concebimos a Dios como un ente creador, no es menos cierto que los órganos sexuales poseen cualidades divinas, especialmente porque crean el ser humano, que según los libros sagrados, fue creado a imagen y semejanza de los dioses.



Cuando en una cultura se le concede a un ídolo valores y poderes divinos en la reproducción del  ser humano,  no es menos cierto que más que un Dios se está representando simbólicamente lo que pudiéramos llamar el producto supremo de la obra divina.
La aceptación o negación de la existencia o no de los dioses depende fundamentalmente del individuo, creyente o no, y la satisfacción de sus necesidades de seguridad y confianza.
Creer o no creer en un Dios, según las religiones, creador omnipotente, y omnipresente, es una decisión del ser humano, la mayoría de las veces por influencias externas a sus propias decisiones.

Hay quienes no afirman ni lo uno ni lo otro y entonces se declaran agnósticos, es decir que para ellos  tanto puede ser cierto como incierto la existencia de un Dios cualquiera.
 Examinado esta cuestión relativa a la existencia o no de Dios,  nos damos cuenta que el hecho de no poderlo afirmar o  negarlo, más que  producto de un conocimiento o desconocimiento,  es una consecuencia derivada del contexto en que vive cada ser humano.
La cultura de su entorno representa la fuente del aval cultural individual, unida a  la influencia ejercida por el grupo donde este se  desarrolla y determina sus creencias. 

 



Sacerdote de la  Religion Afro- Cubana.













REALIDADES 

No es mi interés  cuestionar la existencia de los dioses reverenciados por las diferentes religiones, es un tema demasiado sensible para ser tratado con imparcialidad, sino las consecuencias de los mitos relacionados con ella.

Como libre pensador considero que el hombre creo los dioses, en vez de ser creado por ellos, para sentirse protegido por esos seres  que había  creado y a quienes les entregó el libre albedrío de su  existencia. Este  hecho le facilitó poder situar  en el exterior de sí mismo  la incapacidad de realizar aquello que  no era capaz de hacer  con sus propios esfuerzos.
 La vida me ha demostrado que cuando el hombre carece de de esperanzas y de fe en su futuro, y la siempre presente necesidad de mejorar sus condiciones de vida,  el factor motivacional que sostiene al individuo en su lucha día a día para subsistir se pierde y sólo le queda adaptarse o perecer.
No es criticable, ni siquiera impugnable la decisión del hombre aceptar los mitos como base de su vida, o al menos creer en aquello que satisfaga sus  necesidades, entre ellas su tranquilidad espiritual y su seguridad, absolutamente necesaria para poder sobrevivir a las duras condiciones que la realidad le ofrece, y que muy tienen  fuerza ni la capacidad intelectual  para modificarlas por sí mismos y como resultado, el surgimiento de los llamados líderes, muchos creados  por la influencia mediática, que conducen a las grandes masas en pos de la solución de sus grandes necesidades. En la gran mayoría de los casos,  referida a la satisfacción de las propias necesidades de los líderes y sus más cercanos seguidores.
Alguna vez cuando me he planteado sobre la veracidad de la existencia de Dios, me lo he cuestionado del punto de vista de la realidad que me rodea y lo que pudiera ser la intervención de un ser supremo. Considero  que Dios no es un ser de venganzas y castigos como pretenden muchas religiones, y que si lo fuera  para mí tendría más características humanas que divinas, y por tanto dejaría de ser, automáticamente, considerado por mí un Dios de cualquier índole.
Si Dios es un ser omnipotente y quién decide todas  las acciones humanas, me pregunto por qué permite las grandes injusticias que afectan a seres inocentes, porque permite la guerra entre los  hombres, sus propios hijos, que debían comportarse como hermanos, porque algunos lo tienen todo y otros no tienen nada, porque algunos seres humanos apenas pueden sobrevivir y otros tienen mucho más de lo que necesita n  y derrochan sus riquezas  en lujos y placeres innecesarios mientras la inmensa mayoría carece de todo y pueden apenas alimentar ese cuerpo que según las sagradas escrituras  Dios le dio.
Sé que muchos dirán que todo depende del esfuerzo de cada individuo, que afecta de forma negativo o positiva  el resultado de los esfuerzos de cualquier persona, pero es imposible aceptar que todos los que carecen de lo esencial para vivir o no han hecho el esfuerzo necesario para tenerlo.  Si es cierto,  entonces deberíamos cuestionarnos por qué ese Dios omnipotente omnipresente y fundamentalmente benévolo permite las injusticias que ocurren diariamente.
No soy un individuo sometido a las  influencias del factor motivacional para aceptar determinada situaciones. Considero que es en mis propias manos donde debo buscar la solución de mi problemática diaria. No tomo la veracidad de la existencia de un ser divino como el tema fundamental de mi propia existencia humana y mis creencias espirituales, pero no me atrevo a negar ni afirmas la existencia de los dioses, porque no tengo pruebas. Para afirmar algo  necesito  evidencias que lo demuestren de forma irrebatible. 
Con todo el respeto que me merecen los creyentes  de cualquier doctrina religiosa, exponiéndome a recibir el castigo que mi opinión  merece,  mi criterio es  que que se trata de un Dios demasiado injusto, y no tengo por qué admirarlo ni asistir a los lugares donde le rinden  homenaje, mediante cultos  guiados por hombres que se suponen haya sido espiritualmente seleccionados para sus servicios terrenales.
He aquí el nivel es que se plantea el tema de lo que pudieran ser mis pueriles e inmaduras preocupaciones religiosas o mitológicas,  deseándoles un Prospero y Feliz 2013,  y una Realidad plena de Amor y Abundancia, como predicaba para todos los hombre y mujeres  del                           Universo,  el Amoroso y  Noble Profeta Nazareno.



















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