Ha muerto un Comandante.

Y muy pronto morirán otros más. No porque lo deseemos, sino porque las leyes de la naturaleza lo han decidido siempre así. Los muertos, simplemente por ser muertos, y no poder defenderse de las opiniones ajenas, por un sentido de la caballerosidad, merecen respeto y no es mi deseo, ni lo ha sido jamás, criticar a quien ya no pertenece a nuestro mundo. ...