Nostalgia


“La Nostalgia describe un anhelo del pasado, a menudo idealizado y poco realista.” Nos dicen en Wikipedia.
Estas no son solamente notas, sino más bien un ligero análisis de lo he publicado hasta hoy.
Recientemente he recibido algunos mensajes de amigos lejanos de los cuales hace mucho tiempo no tengo noticias, incluso gracias al Internet de algunos que viven en Cuba. Hay quienes se reconocen en mis escritos y otros me dicen que les agradan pero que las sienten muy nostálgicos.
Me satisface que me comenten y así lo he pedido en mis inicios, pero que según mi criterio de la nostalgia no estoy de acuerdo con ellos.
Por ello copio a continuación algunos párrafos que definen la nostalgia, en Wikipedia.
“La nostalgia es referida comúnmente no como una enfermedad ni un campo del estudio, sino como un sentimiento que cualquier persona normal puede tener.
La nostalgia es el sufrimiento de pensar en algo que se ha tenido y que ahora ya no se tiene.
La nostalgia se puede asociar a menudo con una memoria cariñosa de niñez, una persona, un cierto juego o un objeto personal estimado.
Los estudios muestran que muchas personas creen que en años o décadas pasadas las personas estaban mejor de lo que están ahora, con un nivel de vida más alto, incluso cuando esto no es siempre el caso. Esta creencia es muy típica de la nostalgia. ..
La nostalgia no es definible científicamente, distintos pensadores han hablado de ella.

Nostalgia es la sublimación en la indeterminación de un anhelo del alma desbordado en la materia, “como un amar sin ser amado y como un dolor que sentimos de miembros de la familia que no tenemos”... se transparenta en un “echar de menos lo que no somos”, y la aceptación de que nos encontramos “incompletos o mancos”.
La nostalgia, aún cuando también identifica en sus límites un sentimiento de pérdida, no se refiere a una vivencia corriente. Sino a una difusa, a la vez que persistente y dolorosa…
La nostalgia mezcla “un sentimiento de encanto ante el recuerdo del objeto ausente o desaparecido para siempre en el tiempo, un sentimiento de dolor ante la inasequibilidad de ese objeto, en fin un anhelo de retorno que quisiera transponer la enigmática distancia que separa el ayer del hoy y reintegrar el alma en la situación que el tiempo ha abolido.”.
Hace algún tiempo, quizás años, supe de un compañero de trabajo del ICR se había retirado y como recordaba su número de teléfono decidí llamarlo.
En mis inicios en el ICR como realizador, para un programa nuevo llamado Los pueblos de Cuba, en el que yo hacía entrevistas, este amigo tuvo un gesto conmigo que siempre le agradecí, era el Jefe de Transmisiones, y me regaló un cronómetro para que midiera mis entrevistas y me fuera más fácil editarlas después.
Más tarde lo quitaron sin explicaciones, simplemente porque según me dijeron era empleado de la CMQ desde el tiempo de los Mestre. Como para mi eso no significaba nada seguí teniéndole el mismo afecto desde que lo conocí.
Siendo yo Asesor de Programas, y después guionista del programa Tránsito, su esposa se me acercó y me pidió lo ayudara pues él no estaba haciendo nada, yo simplemente solicité que fuera Director fijo del programa, así iniciamos un trabajo juntos que duró largo tiempo, hasta que su talento se impuso y le dieron otros programas como realizador.
Como la amistad se mantenía, al menos de parte mía, un día visité su casa, cúal sería mi sorpresa cuando parado en la puerta oigo que la niña de la casa, con esa inocencia de los niños le decía: “Papy aquí te busca el burro”.
Nunca le comenté nada de lo que había oído, pero evidentemente aquella familia me había bautizado con un nuevo nombre que no era nada elegante. No lo tomé a mal porque allí todos tenían un apodo, por ejemplo la niña Ana María era la Cigüeña, y los hijos Felopín una forma de llamar a los Rafael en Cuba y Juanpín derivado de la yuxtaposición de Juan, su nombre y un mala palabra que no repito por respeto a mis lectores y lectoras.
Al saber se había retirado lo llamé por teléfono para felicitarlo pero quizás tuvo miedo de mi llamada desde el exilio y claro no hablamos mucho.
Unos días después llamé a mi ex esposa porque supe estaba con la neuritis que atacó a los cubanos debido a su desbalance dietético, y me dijo que había sabido de mí por mi estimado amigo que le había comentado que yo estaba nostálgico de mi vida en Cuba y hasta quizás arrepentido de haberme quedado.
Como comprenderán cogí un gran “berrinche”, como decimos los cubanos cuando nos cabreamos y más nunca lo llamé ni tuve noticias de él hasta que leí en su biografía, publicada en la Internet, que había llegado a representar a Cuba en actividades culturales en España.
Me alegré por él y por lo que yo había hecho para su recuperación como creador. Supe también que sus hijos son realizadores como su padre y trabajaban en México. Me alegré también pues eran muchachos con mucho talento.
Ahora bien lo que no me gustó fue eso de la nostalgia, porque la gran verdad es que no siento ninguna nostalgia de acuerdo a como la definen.
Como todo, en la vida hay bueno y malo, cosas que nos agrada recordar y otras que no quisiéremos ni acordarnos jamás.
En el ICR viví cosas que todavía me parecen agradables para mis gusto profesional y viví otras que realmente fueron muy difíciles, no digo amargas, porque realmente no son hechos que me afecten tan profundamente, que me hagan sufrir.
Aquel medio tiene sus características que hay que asumir y vivir con ellas.
La gente que trabaja allí no son gentes comunes, son personas con ciertos componente de la personalidad que les permite realizar su trabajo artístico con calidad, son seres con fibras humanas muy calificadas, y una extraordinaria sensibilidad para reflejar la realidad e interpretarla
Me siento feliz de haber trabajado con ellos, siempre he dicho que con muy contadas excepciones los artistas que yo conocí eran personas muy nobles y sinceras, entre ellos Enrique Satiesteban, Reynaldo Miravalles, Mario Limonta, Alden Night,Rogelio Blain, Manuel Porto, Rodolfo González, Tony Delgado, Gina Cabrera, Erick Romay, Maritza Rosales, Aurorita Basnuevo, Agustín Benítez, Enrique Peña, Armando Soler, Gastón Palmer, Luis Lloro,Gerardo Riveron.
Entre los directores estaban:Abel Ponce, un ejemplo de caballero, German Navarro, Felipe Sarduy, Radamés Pérez, Raúl Pérez, Pinellito, Cáceres Manso, Arístides Estévez, Manuel Puertas, Sirio Soto, y mi buen amigo Juan Bautista Vilar.
Entre los escritores habían algunos muy valiosos que realmente no tuvieron mucha relación conmigo, recuerdo uno que murió ahogado tratando de escapar de Cuba, Mesa Roye, Roberto San Martín (padre) Héctor Núñez Rodríguez, José Ramón González, un personaje, muy especial, gallego por más señas, expulsado de Cuba como periodista extranjero.
Realmente no reniego de mis 23 años trabajando en el ICR, señalo y critico algunos dirigentes incapaces y oportunistas, que deformaban y dificultaban el trabajo de todos los que queríamos hacer algo que valiera la pena, pero no a mis compañeros de trabajo que he mencionado más arriba y otros que que no menciono porque sería alargar esta relación innnecesaramente.


Como dijo Joaquín Sabina:

"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No sientes la nostalgia del exilio?

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