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·        Lo que aquí expongo es una proposición  no una decisión definitiva, en su totalidad, pero si en lo esencial, sujeto a modificaciones explicadas.  Como todo ser viviente, mis pensamientos son reflejo de la realidad, aunque las  fantasías pueden determinar su expresión.                                                   Creo en la libertad de pensamiento y mi derecho a expresarlo. Como la mayoría de los cubanos he tenido que soportar,  durante 32 años, que otros pensaran  por mí y callarme, en contra de mi voluntad, o decir lo que estaba permitido. Ayer, precisamente ha sucedió algo que me hizo reflexionar sobre las normas que cada persona debe imponer en sus páginas, de acuerdo a su propia visión de la realidad, y no porque  FB o Google lo decidan. ·        Sucedió que un amigo de la pagina publico algo, sin mayor importancia,   que se me ocurrió comentar.   En mi respuesta hice una desafortunada  transposición de letra, incluso de forma ilógica, que permitía interpret

Nadie podría prever que “la tierra más hermosa que ojos humanos vieron”  podría ser la tierra donde naciera  quien más 500 años después sería la primera piedra de la destrucción del mundo con su ambición de poder y gloria inmerecida. Hace más de 10 décadas  un grupo de  hombres  y dos mujeres asaltaron un  cuartel militar de un pequeño país,  dirigidos por un líder que ni siquiera participo en el intento inicial, con el pretexto de que  perdió la ruta de la vía que conducía al cuartel, para tratar de derrotar a un gobierno que calificaba de dictadura.  Ese hombre era alguien ansioso de poder, hijo bastardo  de un ex soldado de la colonia española,  que desde su vida estudiantil se había unido a grupos gansteriles,  aunque sin mucha relevancia como dirigente ni participante, sin embargo logro convencer un grupo de jóvenes para que se le unieran en aquella aventura, gracias a su incuestionable poder de convencimiento y  obsesión por controlar  la política del país, que coincidentemente